¡Hola a todos!
Han pasado unos meses desde el último post que publiqué, y he decidido que para retomar con fuerza, voy a meterme de lleno en un tema que suele ser algo polémico. Continuamente me encuentro con gente que considera que la hípica no es un deporte, que no haces ejercicio porque es el caballo el que lo hace todo. En su defensa, diré que suele ser gente que no ha montado nunca, ya que si lo has hecho, es imposible olvidar las agujetas con las que sales después del primer día.
Pero bueno, partiendo de la base de que SI es un deporte y de que SI se hace ejercicio, quiero comentar los beneficios que se obtienen gracias a que se trata de una actividad que cumple esas características. He realizado una revisión bibliográfica para recopilar datos de investigaciones llevadas a cabo por profesionales científicos, de manera que no sean solo ideas mías, sino que son datos objetivos recogidos en artículos y libros publicados. Por ello, encontraréis las referencias de algunos de los artículos que más me han gustado, por si quisierais profundizar en alguna de las ideas que voy a mencionar.
Las actividades físicas ayudan a llevar un estilo de vida saludable con el que se reducen los riesgos de padecer diversas enfermedades, además de observarse mejoras a nivel cognitivo y de salud mental. (Carriedo, 2014)
Se ha observado un descenso en la prevalencia de adolescentes que practican actividades físicas fuera del horario escolar en los últimos años, lo cual es fundamental para evitar la tendencia al sedentarismo y a conductas poco saludables. Los que si practican, presentan una mejor percepción de la calidad del sueño, mejor rendimiento académico, mayor satisfacción psicológica, menor agotamiento emocional, menor aislamiento social y cierta aversión a conductas que afectan negativamente a la salud. (González y Portolés, 2014)
Si además hablamos de niños/as o adolescentes con diagnósticos como un TDAH (Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad), cuyo tratamiento incluye fármacos psicoestimulantes, toda mejoría que se pueda conseguir paralelamente a dicho tratamiento es de gran ayuda. En un estudio realizado en 2013 por Verret, Guay, Berthiaume, Gardiner y Béliveau observaron que, después de realizar sesiones de ejercicio físico suave o moderado durante 10 semanas, los niños con este diagnóstico mejoraban su comportamiento y su atención. Otro equipo ese mismo año, Smith et al., concluyeron que la práctica regular de ejercicio físico moderado aporta beneficios a nivel cognitivo, social, conductual y motor en los niños con TDAH. (Carriedo, 2014)
Con estos niños, el método de trabajo de Zaldikide va orientado a la relajación y al control de impulsos, de manera que disminuyan los comportamientos impulsivos, el déficit de atención y la hiperactividad que tanto les obstaculiza en su día a día. Se necesita motivarles mucho, ya que no les resulta nada fácil adquirir patrones motores nuevos, pero el caballo es un gran estímulo que despierta su interés, y tiene un efecto relajante que utilizamos a nuestro favor.
La falta de actividad destruye la buena condición de todo ser humano, mientras que el movimiento y el ejercicio físico lo conservan. (Platón)
También podemos encontrarnos con otros diagnósticos, como el de Trastorno del Espectro Autista, que es una etiqueta que abarca muy diversos signos y síntomas, y por ello aquellos que lo presentan pueden ser muy diferentes unos a otros, pero se caracterizan por una dificultad a la hora de comportarse, ya que suelen presentar intereses restringidos y conductas repetitivas, dificultades para interactuar y comunicarse con los demás, y también a la hora de aprender cosas nuevas.
En un estudio llevado a cabo por Cuesta, de la Fuente, Vidriales y sus colaboradores (2017), los resultados obtenidos evidencian la importancia clave del bienestar físico en la calidad de vida de las personas con TEA, ya que con una mejor condición física son menos vulnerables a manifestar alteraciones o deterioro temprano relacionado con la medicación prolongada, factores físicos, sendentarismo, etc.
Asimismo, mencionan la importancia de que los profesionales que vayan a llevar a cabo el ejercicio físico con estos colectivos, dispongan de conocimientos sobre las características, limitaciones, necesidades y fortalezas de los mismos, con el fin de que la experiencia sea algo gratificante y eficaz. Por ello, desde Zaldikide proponemos una actividad física adaptada a sus necesidades, con una metodología de trabajo sencilla que no les resulte confusa, ya que así evitamos que se desate su frustración y falta de interés.
Solo he mencionado dos de los diagnósticos que nos solemos encontrar, pero no quiero que este post se haga muy largo, por lo que prepararé otros más adelante. Si tenéis cualquier duda o consulta, no dudéis en dejar un mensaje o en poneros en contacto.
Espero que os haya gustado.
¡Hasta el mes que viene!
Referencias:
Carriedo, A. (2014). Beneficios de la Educación Física en alumnos diagnosticados con Trastorno por Déficit de atención con Hiperactividad (TDAH). Journal of Sport and Health Research. 6(1):47-60.
Cuesta, J.L.; de la Fuente, R.; Vidriales, R.; Hernández, C.; Plaza, M.; González, J. (2017). Bienestar físico, dimensión clave de la calidad de vida de las personas con autismo. International Journal of Developmental and Educational Psychology, 4.
González, J. y Portolés, A. (2014). Actividad física extra escolar: relaciones con la motivación educativa, rendimiento académico y conductas asociadas a la salud. Revista Iberoamericana de Psicología del Ejercicio y el Deporte. 9(1):51-65.