Metodología y estructuras

Nuestro trabajo comienza con una valoración del caso. En primer lugar, se concierta una entrevista con los padres o tutores del niño para obtener el máximo de información necesaria para establecer los objetivos terapéuticos. En aquellos casos en los que el usuario presente dificultades físicas, se solicita un informe médico que nos asegure que la práctica de la equitación terapéutica no es perjudicial para la persona en cuestión.

Se pide autorización escrita de la familia. En caso de separación o divorcio, será necesaria la autorización de ambos progenitores.

Las primeras 4 sesiones se dedican a la observación y evaluación del usuario, para poder establecer los objetivos terapéuticos de trabajo, así como para decidir si la equitación terapéutica es adecuada o no en cada caso.

Se elabora un plan educativo terapéutico individualizado para cada usuario.

Periódicamente se hace evaluaciones para medir el progreso y cambiar los objetivos que sean necesarios.

* Se realizan actividades grupales en Puentes, Navidades, Semana Santa y Verano. Siguen siendo actividades de carácter terapéutico, pero los objetivos son diferentes a los establecidos en las sesiones individuales.

La estructura base de una sesión es:

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